sábado, 13 de marzo de 2010

NO PERDAMOS LA SENSIBILIDAD AL DOLOR: GUARDERÍA ABC

Por: Juan José Solis Delgado

No lo sé y espero en Dios nunca experimentarlo, pero el dolor de los padres de los niños (hoy se puede decir con todas sus letras) asesinados en la guardería ABC, es algo que ninguna sociedad debe tolerar, ni olvidar en ningún lugar de nuestros corazones.

Tengo una hija de casi 4 años y el simple hecho de pensar que algo le pudiera ocurrir, creo que no podría soportarlo. Cuando uno ve de lejos las cosas se tiene una opinión al respecto, pero de cerca la cosas cambian.

Soy promotor de la justicia, la equidad, el respeto y la tolerancia. Pero si debido a la negligencia de un puñado de mafiosos funcionarios perdiera a mi hija, quizá me llevaría a promover otro tipo de escenarios.

Es el caso del cinismo de Felipe Calderón, Juan Molinar Horcasitas, Eduardo Bours y demás cómplices que no han hecho nada por subsanar la herida imborrable del asesinato de 49 pequeñitos indefensos.

El asesinato de CUARENTA Y NUEVE niños es una cifra vergonzosa, en un país con un mínimo de pudor y vergüenza ya habrían renunciado y metido a la cárcel a más de uno. En México eso no sucede y por lo visto no sucederá.

Quiero por tanto expresar mi admiración, respeto y solidaridad a todos los padres y madres de esos pequeñitos asesinados por las instituciones del Estado mexicano. A esos padres y madres nos debemos, quienes nos decimos luchar por la justicia y la equidad. El 5 de junio de 2009 fueron sus hijos, pero mañana podrían ser los nuestros.

No permitamos se nos olvide la exigencia de justicia, porque también por fortuna aun tenemos la libertad y el derecho de exigir.

Señor Felipe Calderón, si como pregona en sus discursos diciéndonos “amigas y amigos”, hoy le pido como amigo, reciba a los padres de estos niños asesinados y cumpla y haga cumplir nuestra constitución.

Nota: Ofrezco una disculpa al lector de este portal, si en mi texto encuentra saltos de una idea a otra, pero el simple hecho de pensar en la impunidad del caso de la guardería ABC, me hace que la sangre se me caliente y sienta una enorme rabia, impotencia y tristeza por la mediocridad y estupidez de nuestro indolente gobierno.

Fuente: Revolución con Letras

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