martes, 16 de febrero de 2010

Sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido

Mientras escuchaba la canción "Sin tu latido" y después de haber escuchado la carta de apoyo a los papás y los niños de la guardería ABC, pensé que la pérdida de alguien no tiene nada de trivial. Si las despedidas amorosas duelen hasta sentir que te mueres (que son casi las únicas pérdidas que conozco) no quiero imaginarme que tan asquerosamente feo se ha de sentir perder a un hijo, un sobrino o un nieto en un incendio. Y no sólo perderlo, sino aguantar el sistema cultural mexicano de mierda que les dice que ni modo, que así pasa, que nadie tiene la culpa. tomado de sin lucro de animo

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